Climatología

Precipitaciones, o mejor dicho; nunca llueve a gusto de todos


Cascada en la Garganta del Capitán

Como por ahora no tengo fotografías propias sobre lluvia he decidido subir ésta de la chorrera de la Garganta del Capitán para ir entrando en materia. A muchos campogibraltareños, especialmente a los algecireños, nos recordará a la pasada tromba de agua que cayó el pasado 6 de marzo. En tres horas se precipitaron 142 litros por m2 sobre nuestras cabezas, inundando zonas de la ciudad y causando serios problemas a muchos conciudadanos. Sólo nos faltó que cayeran del cielo demonios coloraos, como solía decir a veces mi abuela cuando se metía el temporal. Y por si esto fuera poco, para que no nos aburriésemos, la intensa lluvia se alternó con el granizo. Una granizada espectacular pintó de blanco algunas calles y montes poniendo en boca de todos la frase  «parece que ha nevado». Fue la primera vez que mis hijas descubrieron el granizo. Mientras les hacía comprender dicho fenómeno atmosférico no pude menos de sonreirme con la mezcla de incredulidad y misterio que transmitían sus ojos.

Todo lo expuesto arriba da veracidad al refrán que dice que «nunca llueve a gusto de todos». Como casi siempre, la sabiduría popular lo clava. Mientras unos niños flipan y juegan con el granizo, a 500 metros a una familia se le anega la casa y nubla el futuro. Mientras se riegan los campos y llenan los embalses a unos comerciantes se les «agua» las ventas y sufren pérdidas. Aunque el acontecimiento que subrayo haya sido excepcional nos muestra una de las peculiaridades climatológicas de nuestra tierra: las lluvias torrenciales. Es cierto, no a todo el mundo le llueve igual, pero ¿y el senderista? ¿qué opina el senderista de la lluvia?

Otra fotografía de lluvia en forma de río

Antes de que a algún senderista le dé por contestar, paso a hablar sobre los tipos de lluvia, y sus características, que pueden mojarnos en los Parques naturales de los Alcornocales y el Estrecho, o lo que es casi lo mismo, en media provincia de Cádiz.

Me crean o no, en estas latitudes nuestras, no siempre llueve «hacia abajo». Cuando vengan a visitarnos gente de otras provincias de España podemos vacilar con este hecho diferencial.  Y decirles, miren si somos «especiales» que en nuestra tierra, además de hacia abajo, llueve en forma horizontal, de lado, vamos; es lo que se conoce como criptoprecipitaciones. Aunque pueda parecernos que Superman tiene algo que ver con estas lluvias, no es así. Estas lluvias horizontales son en realidad regulares y persistentes bancos de niebla y bruma, que vienen arrastrados normalmente desde el mar por los vientos de levante, y que chocan contra la barrera orográfica que forman nuestras montañas, las primeras en encontrarse. Dicha criptolluvia produce las condiciones de humedad necesarias(subtropicales en realidad)  para que podamos disfrutar incluso en verano de los tradicionales canutos, y fabrica, milenio a milenio, joyas ecológicas y botánicas como son los LLanos del Juncal.

Rododendro de los Llanos del juncal

El otro tipo de lluvia es la que todos conocemos, esa monótona y vertical que nos viene acompañando desde hace más de dos semanas. Es la mayor responsable del título que encabeza esta entrada y la que nos da la vida. En concreto, en el Parque de los Alcornocales hay sitios donde puede llover 600 mm y otros donde pueden caer 2.100 mm. Al parecer, la media anual oscila en  torno a los 620 mm. Esto significa que debemos imaginarnos la superficie del Parque, unas 167.767 hectareas, toda plana e impermeable, y por encima 62 cm de agua que se hubieran acumulado a lo largo de  todo el año. Si mis cálculos no fallan, una burrada de agua.

Y bien,  ¿Y los senderistas? ¿qué opinan los senderistas de la lluvia? Preguntemos al de abajo, que casualmente pasa por aquí.

Senderista preparado para la lluvia o para los carnavales, no se sabe.

Pues el senderista en cuestión «se moja» y se pregunta qué sería de nuestros campos sin la lluvia. Y quizás nos diga que le encanta caminar los días nublados, y que una poca de agua mientras camina no está mal, pero ¡por Tutatis! tantos días seguidos de lluvia no, por favor. ¿Otro fin de semana en dique seco? ¿No podría llover de una forma ordenada, horizontal o vertical me da igual, pero de lunes a viernes, y parar los fines de semana?

De todos modos, a grandes males, grandes soluciones. Nos informa el senderista, desquiciado por tanta lluvia, que ya n o aguanta más y que de esa guisa se va a sumergir en este arroyo…

Practicando senderismo fluvial

… y que va a practicar senderismo fluvial, una práctica o modalidad genial que se acaba de inventar para estas jornadas pasadas por agua. Si todo continua así, para mañana domingo tiene preparada ya la siguiente ruta: Se sumergerá en el arroyo del Lobo, conectará con el río Pícaro, luego nadando el río Marchenilla contracorriente pasará a mano izquierda al Guadalmesí. De este al arroyo del Tiradero, y finalmente el río Palmones abajo para desembocar en la Bahía.

    La ruta se aconseja lineal y no requiere permisos. Y por supuesto, no hay que llevarse mucha agua.