Caminatas · P.N. Los Alcornocales

Torre de Botafuegos – Monte de la Torre «La atalaya aquende el rio Palmones»


Torre de Botafuegos

    ¿De quién es esta torre? ¿A qué término municipal pertenece, al de Algeciras o a el de Los Barrios?  No lanzo la pregunta con la intención de suspender o a aprobar a nadie en geografía local, sino para informar de que yo sí suspendí esa asignatura cuando era pequeño.

     Cuando junto a mis padres y hermanos íbamos a coger moras, a pasear por el pantano o simplemente de excursión a la torre siempre iba convencido de que la torre del Monte de la Torre, lo de «Torre de Botafuegos» vendría después, era de Algeciras, igual que lo era la playa del Rinconcillo o Punta Carnero: algecireña por los cuatro costados. ¿Chovinismo infantil? Seguro que sí, pero de los buenos, de ese chovinismo ingenuo propio de los niños, que cree que todo lo que le rodea pertenece a su pueblo, a su clan; ya que nunca se ha parado a pensar que existieran fronteras o límites municipales que le separaran por ejemplo de un niño de Los Barrios, que seguro pensaba lo mismo, y con razón. No quisiera hoy a mis 39 años entrar en conflictos territoriales con mis vecinos barreños, ni disputarles su «propiedad», pero prefiero seguir geolocalizando este monumento dentro de los límites municipales de mi niñez, o el de la tuya, que para el caso es igual.

   De todos modos suspendí por los pelos, pues aunque pertenezca al término municipal de Los Barrios, monte arriba monte abajo, casi cae en el nuestro. Si observan las ortofotografías de abajo, la torre queda al norte del Arroyo del Botafuegos, el que baja de la Garganta del Capitán, que marca junto al río Palmones los límites entre un municipio y otro. A 3 km del núcleo poblacional de nuestros vecinos y a 5 km del nuestro, la Torre de Botafuegos fue edificada hace siglos en uno de los montes con una mejor situación estratégica para controlar el territorio de buena parte de la Bahía de Algeciras.

Mapa de la zona
Ubicación de la Torre

   Botafuegos, seguro que no soy el único que se ha preguntado por el origen de tan sugerente y bonito topónimo. Lo primero que se le puede a uno cruzar por la cabeza es que estemos en un lugar por desgracia con inclinaciones a quemarse. Por suerte no es así. Detrás del topónimo se escondería un origen más pragmático, pues según una hipótesis la torre medieval sería una donación realizada por Alfonso XI, conquistador de Algeciras, o su hijo Pedro I a un tan Bartolomé Botafuego. Este Bartolomé fue un marino genovés que contribuyó con oro y barcos en el asedio y posterior conquista de la plaza algecireña (1342-1344). El nombre de Arroyo del Prior, también tendría una procedencia similar: pago en tierra por favores prestados en la guerra. Estaríamos hablando de Fray Alonso Ortiz Calderón, Prior de la Orden de San Juan, que durante un tiempo comandaría la flota castellana. Este Prior también le daría el primer nombre a nuestro torreado monte, pues ya en el s. XIV se le denominaba «montecillo del Prior«.

   Nombres todos relacionados con la reconquista y la guerra; pero en fin, dejemos a un lado este verde militar y vayamos con el verde ecológico y pacifista que nos interesa, el de las caminatas por el campo.

   Hacia el oeste de la torre disfrutaremos del hermoso perfil de nuestras sierras. De izquierda a derecha se distinguen las gargantas de la Fuente Santa y del Capitán. Si trazáramos una línea en mitad de la fotografía ésta coincidiría más o menos con el camino de la Trocha. Esta centenaria, quizás milenaria vía tradicional comunicaba nuestra bahía con los pueblos del interior y la Bahía de Cádiz, acortando en una jornada el viaje. Soldados, contrabandistas, bandoleros, viajeros varios y trabajadores del monte atravesaban ese paisaje en ambos sentidos, siendo la Torre de Botafuegos testigo de este tránsito secular.

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Gargantas de la Fuente Santa y del Capitán, izquierda y derecha respectivamente.

     Hacia el noreste nos encontramos con la Villa de los Barrios y la vega del río Palmones o de las Cañas

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Vega de Los Barrios, con su «Labrador»

   La Torre de Botafuegos está catalogada como Bien de interés cultural y aunque bien es cierto que ha sido tradicionalmente un hito del excursionismo comarcal, no está de más contar con el beneplácito y permiso de los dueños de la finca. Esta pertenece si no me equivoco a los herederos de la familia Larios, dueños también del Palacio sito en la Finca Monte de la Torre, situado a la derecha del camino. Los Larios, de origen riojano, se establecieron en Málaga a principios del s.XIX, desde donde partiría uno de los hijos a establecerse en Gibraltar, para dedicarse a la banca y al comercio. Se entiende que el Peñón se les quedó pequeño y empezaron a invertir en inmuebles y fincas en el Campo de Gibraltar y aledaños, convirtiéndose con diferencia en los primeros grandes propietarios de tierras. Fruto de esta decisión son un palacio de estilo victoriano en Guadacorte, una Casita de Campo en Jimena de la Frontera y este palacete, cuyo alzado por lo visto recuerda al segundo imperio francés.

    Para visitar la torre se puede acceder por ambos flancos del monte donde se encuentra, pero yo aconsejo hacerlo por el paso de hangarilla más cercano a la finca, como puede verse en la imagen de abajo.

Antiguo camino empedrado

   Un interesantísimo y misterioso tramo empedrado nos conduce directamente a los pies de la torre. Desconozco cuál puede ser su origen, por lo que apelo a la ayuda de quien me pueda poner tras la pista. En algún sitio he leído que podría ser lo que queda de un ramal secundario de una calzada romana; aunque dada la cercanía de la torre, y del trazado del camino que parece dirigirse a ella, también podría ser de origen medieval, contemporáneo a la construcción de nuestra atalaya. Incluso porque no, un camino de herradura de época moderna.

Tramo empedrado 1
Tramo empedrado 2

   Entremos por donde entremos, caminar por este lugar en primavera, otoño o invierno es una gran experiencia sensorial. Las humedades y olores que se desprenden de la maraña de  helechos, lianas y zarzamoras nos atraparán como una bendita telaraña de la que no querremos escapar.

Hermoso alcornoque junto a un regajo
Vistas desde el Monte de la Torre

    Todo lo cual no ha de apartarnos de nuestro principal objetivo: asaltar la torre. Pero ¡Cuidado! No carguen aún sus cámaras, manténgase agachados y alertas. Habrán observado que un enemigo inesperado nos aguarda emboscado a los pies de la torre. En efecto, aún quedan restos de sacos y materiales de la afortunada y necesaria restauración que se realizó entre los años 2008 y 2009. El interior de la torre también muestra un triste estado. Desconozco los motivos de por qué siguen ahí esos restos de la batalla restauradora, aunque ya digo, lo importante es que se haya llevado a cabo la restauración; intentemos obviar estos daños colaterales y tratemos de disparar, digo de fotografiar a nuestro objetivo.

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Aparece la torre tras la espesura

   Ahora, ya… disparen, fotografíen y miroteen a discreción. En este primer ataque trataremos de apuntar y acertar en el QUÉ es esta Torre de Botafuegos.

   En cuanto a su función, la Torre de Botafuegos es un edificio medieval destinado a la defensa y control de un territorio. Ese fue su cometido principal; como función secundaria se podría añadir la  de transmitir señales desde el terrado a otras torres cercanas. Esta función, por el contrario, sí sería la más importante en las torres atalayas que se construirían sobre todo a partir del s.XVI para la vigilancia del litoral, de forma troncocónica y de acceso elevado para impedir los asaltos. Un ejemplo de ella podría ser la torre de Guadalmesí.

   Nuestra torre de Botafuegos fue construida con otros fines. Las últimas investigaciones se inclinan por considerarla residencia, estable o no, de un señor; el cual ejercería dominio y control del territorio circundante, y que incluso cobraría por derechos de paso. Torres con la misma misión y características similares serían por ejemplo la del Lobo, en Getares; la de Almoraima en Castellar o las del Rayo o Torrejosa, en el término municipal de Tarifa, cercanas a Facinas. El asalto a esta última torre lo puedes presenciar en este enlace: Torrejosa, la torre olvidada de Facinas.

   Otra denominación que podríamos usar para referirnos a este tipo de construcciones sería el de torres de alquerías, o lo que es lo mismo, pequeñas comunidades rurales compuestas por varias  familias que explotan las tierras de los alrededores. ¡Y qué alrededores! Nada más y nada menos que la fértil vega del Palmones. No cuesta mucho imaginar un reducido grupo de casas levantadas al pie del monte en su ladera norte, y a los campesinos que la habitan camino de los campos y huertas… o camino de la torre ¡pies para que os quiero! en caso de ataque, para buscar refugio y protección. Frente a la fachada principal se aprecian los restos de un mortero endurecido al que no se le llegó a dar uso. La hipótesis que proponen los que entienden de esto es que formara parte de un cercado defensivo.

    En cuanto a dimensiones ¿De cuánto estamos hablando? Pues de de 6.5 m. de lado y de 10.5 m de altura. Y los muros cuentan con un espesor de 1.80 m. Su planta es cuadrada, y posee dos estancias abovedadas y su correspondiente terrado. Más de una vez he subido a ese terrado cuando era niño, allá por la década, uffff, de los 80, y recuerdo que lo que nos llamaba poderosamente la atención era la cúpula. Tanto a mi padre como a mí nos parecía la cosa más antigua y morisca del mundo. Hasta que leyendo el otro día un artículo que escribió Manuel Alvarez Vázquez, cronista oficial de Los Barrios acerca de la restauración de la torre, me entero de que esta cúpula al parecer no es la original, sino que fue reconstruída-restaurada en la primera mitad del s.XX por el entonces propietario de la finca, Ernesto larios y Sánchez de Piña, y que le sirvió de modelo una cúpula similar existente en la torre de la Iglesia de San Isidro. ¡Toma flecha lanzada a la manzana de mi ingenua imaginación de niño!

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Fachada norte de la torre
Fachada norte. Lugar donde impactó un rayo y que ocasionó una grieta
Vista frontal (2010)

   Y ya que hablamos de puntería, mucha tendríamos que poseer para acertar en nuestra siguiente diana u objetivo: en el CUÁNDO fue construida la Torre de Botafuegos.

    Nos enfrentamos en este caso con el peor enemigo posible, el de la duda y el desconocimiento real, pues aún no se ha realizado una prospección arqueológica en condiciones que desvele este misterio. Desconozco si en la reciente restauración se ha aprovechado para llevarla a cabo. Tampoco las fuentes y los archivos dicen mucho más al respecto. La única cita histórica, en caso de ser cierta, aparece en la Crónica de Alfonso XI, el «reconquistador» de Algeciras.

   En dicha crónica se relatan las peripecias del ejercito castellano en el duro cerco que impusieron a Algeciras entre 1342 y 1344  para arrebatársela al sultán meriní. En uno de sus últimos capítulos parece ser que se la menciona, en el capítulo que aborda la batalla de Palmones entre estas mesnadas alfonsinas y las del ejército granadino que vino a socorrer la ciudad sitiada. El cronista la designa como «atalaya aquende el rio Palmones» o algo parecido. Ahí donde la ven nuestra torre fue testigo de esta batalla, del lance definitivo en el que se decidió que Algeciras cambiara de manos y de dueños. Así pues, y si damos por cierta esta histórica mención, la torre de Botafuegos es anterior al s. XIV. Algunos autores incluso le quieren dar un origen mucho más antiguo y apuestan por la etapa califal.

Fachada principal de la torre con restos de argamasa
Puerta de acceso, con su arco de herradura
Vano superior y ladronera

    Ya que casi tenemos vencida y rendida a nuestra torre, arrojémosle las últimas flechas de gracia: ¿POR QUÉ fue construida en ese monte precisamente?

   Ya he adelantado algo, pero para rematar la faena diré que porque seguramente no había una ubicación mejor para controlar tanto ese territorio inmediato como las vías y caminos que lo atravesaban. Además de controlar el ramal secundario de la Trocha, se controlaban las comunicaciones de Algeciras con Ronda y la Costa del Sol, así como la frecuentada ruta que desde Medina y Alcalá finalizaban en nuestra bahía. Téngase además en cuenta que estamos hablando de un territorio que fue de carácter fronterizo la mayor parte de su historia.

   Vamos, que no se le escapaba una, y si acaso se le escapaba algo, ahí estaba la Torre de Adalides para socorrerla, pues ambas mantenían contacto visual; a continuación pongo una foto de ella. ¿Y dónde estaba esa desconocida torre? Estaba, sí, desgraciadamente, en el acuartelamiento de Adalides, ese que hay arriba de Eroski, en lo que hoy se conoce si no me equivoco como la casita de las Palomas. Al igual que le ocurrió a la torre almenara de Punta Carnero, que fue dinamitada en la década de los 40, esta Torre de Adalides lo fue en 1898 cuando, entre otras muchas cosas, a España no se le ocurrió otra que entrar en guerra con Estados Unidos. Fue destruida para que por lo visto nos sirviera de referencia en caso de bombardeo naval. ¡Menudas mentes privilegiadas los que adoptaron esta decisión!

Torre de lo Adalides

    Bueno, mejor que peor podemos declararnos vencedores en esta particular batalla que hemos librado contra los misterios que rodean la Torre de Botafuegos, así que guardemos en sus fundas las correspondientes cámaras y volvamos sobre nuestros pasos. Antes, sin embargo, echemos un último vistazo al estado de conservación el que se encontraba antes de las tareas restauradoras. Esa sí que es una batalla ganada, pues entre las grietas y desperfectos ocasionados por el paso del tiempo, y las debidas a rayos o raíces o árboles que crecen entre piedra y piedra, la torre corría serio peligro de entrar en un estado de difícil solución.

   Y acordémosno también de la Torre del fraile en el Estrecho y la del Lobo, en Getares, que ahora mismo claman al cielo de envidia y deseperación, pues ellas sí corren verdadero peligro de desmoronarse y convertirse en tristes montones de piedra. Estamos obligados a llevar esta batalla de vida y esperanza a estas otras torres.

Torre de Botafuegos, antes de la restauración

 ¡CHISTERA CHISTERA LA CAMINATA ESTÁ FUERA!

PARA SABER MÁS:

  • La torre de Botafuegos del Monte de la Torre (Los Barrios). Una aproximación a su historia y conservación. Angel Sáez Rodríguez; Pedro Gurriarán Daza. Revista CAETARIA: Revista bianual de arqueología, nº 6-7, 2009, pags. 277-299. La mayoría de los datos históricos los he sacado de este estupendo artículo, pero no consigo encontrarlo en formato online.
  • Los Larios en el Campo de Gibraltar. José Regueira Ramos. Revista Almoraima, nº 17, 1997.
  • Una necesaria obra de restauraciónen el Monte de la Torre. Manuel Alvarez Vázquez (Cronista oficial de Los Barrios). Noticias de la Villa.

4 comentarios sobre “Torre de Botafuegos – Monte de la Torre «La atalaya aquende el rio Palmones»

    1. Gracias Fali por el enlace. Ya lo conocía; de hecho algunos de los datos los saco de este artículo, pero no lo incluí al final de la entrada ya que el link enlaza a la revista entera. Caetaria es una publicación estupenda, aunque sea algo especializada; lástima que no se siguiera editando más allá de los dos primeros números (creo). Saludos y gracias por comentar.

  1. Unas vistas preciosas,mi abuelo sembró un acebuche injertado con un olivo, esta a la derecha de la torre, la casa señorial se llama el
    recreo y es un palacete precioso, mi madre pidió en su ultima voluntad que sus ceniza fueran esparcidas desde la torre ya que se crió en ese lugar y estaba muy orgullosa de el.

  2. Me a parecido maravilloso lo que e leído,,pues yo me e criado asta los 9 años en una casita que estaba entre los dos puentes entre el puente Maria Mayo y el otro no se que nombre tiene el que viene para la menacha, y mis abuelos an vivido toda la vida ahí y an trabajado con los Larios en el palacio con la señorita Sylvia,en fin que conozco esos sitios, a mi abuelo era muy conocido por Manaca,y tenia una familia muy grande,y muy buenas jentes,un saludo. Maria Navarro Ponce.

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