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¡Pasajeros a la diligencia! ¡Escapemos de la crisis!


      Que paren esta crisis que yo me bajo. Será por el cambio de hora, con tanto recorte un año de esto nos quitan dos o tres en vez de una, pero no me acabo de geoposicionar debidamente en este mes de noviembre que empieza. El track cotidiano de un parado o es muy lineal o muy zigzagueante, y pocas veces sigue la flechita y avanza por el sendero sin dudar. ¿Waypoints que se salgan de la rutina? Muchos, sin duda, para qué quejarnos de vicio, pero no rechazaría un GPS laboral que me llevara por el buen camino, de primera o segunda mano me da igual; un GPS que me garantizara llegar a un destino concreto y disipara las incertidumbres, que no me condujera a un jaral impenetrable. No pide uno un fin de ruta fijo o indefinido, no; me conformaría con un fin de ruta por obras y servicios, o por horas. De todos modos, y mientras consigo ese GPS que paren esta crisis un momento que yo me bajo y me llevo a mi familia, mi cámara, un par de libros, algún amigo … ¿amigos?… esto, ¿por dónde iba? 🙂 un par de libros y poco más.

     Y para variar no me voy a ir caminando. Tampoco voy a traicionar del todo el espíritu del blog, por eso voy a largarme de esta crisis por el camino de la Historia, por el que aún por suerte no cobran peaje. Acabo de comprar billetes para Cádiz en esta compañía de diligencias: La Madrileña. Ya, ya sé que la Tacita de Plata queda un poco lejos de Alemania y del fin de la crisis, pero ¡Y lo bonita que es!

Publicidad de la Madrileña

      No es que tengamos muchas opciones si queremos salir por tierra. En 1868, cuando se inaugura esta línea de los señores Marset y compañía, llevan los carruajes 40 años circulando por los otros caminos de España; en nuestra comarca siempre hemos estado a la última, anda que no; a la última en el progreso. Así que si esperamos otros 40 años para usar un medio más rápido apañados vamos. Eso sí, igual en 40 años se acaba la crisis.

Compañía de diligencias la Madrileña, creo que en la calle Tarifa. Foto subida por Marina Merino.

           De todos modos, me han asegurado que las góndolas, como también eran conocidas estas diligencias, son rápidas y cómodas. Tardan 12 horas en plantarse en Cádiz y los muelles de los asientos son flexibles. Yo creo que no me va a resultar totalmente ajena la experiencia, que debe ser parecida a tratar de hacer hoy día el mismo trayecto en agosto, y en horario playero. Las niñas harían también las mismas preguntas ¿Cuánto falta, papá? Nada, siete horas, dormíos, anda. Y papá ¿por qué no corren más los caballos?, etc.
Los precios son más o menos accesibles: 75 reales en el interior y berlina a 80. De acuerdo, elijo interior, así luego nos llega para un cartucho de frituras en la Plaza de las Flores. Bueno os dejo, que son las 6 de la mañana y ya sale la góndola desde la calle Tarifa.

Góndola. Foto subida por Concha Cantos.

     Miren, que lo hemos pensado mejor y hemos decidido esperar a que llegue el tren a Algeciras. Por otra parte, me parece que en Cádiz no hay mucho trabajo que mamar. La espera no ha sido excesiva, 20 añitos de nada. Estamos en 1890 y he comprado billetes de la compañía Algeciras Gibraltar Railway Company Limited, propiedad del señor Juan Morrisson, impulsor de la línea Algeciras-Bobadilla.

       Aún no tengo claro si voy a probar suerte en Ronda o tiro directamente para Madrid. Un vecino del barrio Matagorda me ha asegurado que los vagones del tren son lujosos, de buena madera, dos ejes y pasillo lateral, con asientos convertibles en cómodas camas, con sus faroles de aceite para la noche, su gabinete con espejo y lavabo, departamento de retrete, y una gran mesa en el salón-comedor para servir el «lunch».

Antigua estación de Algeciras. Subida por Concha Cantos.
Estación de Algeciras en 1906, junto al Río de la Miel. Foto subida por Concha Cantos.

      Me temo, sin embargo, que el disfrute de estas comodidades dependerá del pasaje que compre. El señor Morrisson me da a elegir entre clase 1ª, 2ª, 3ª y mixto. No sé si lo de mixto es más barato o un poco de lo contrario, pero suena muy bien. Venga, que sea mixto, tiremos la casa por la ventana… antes de que nos la embarguen.

      ¡Parados y pasajeros al treeeeennnnnn! Estaré  atento por si veo a mi bisabuela Juana lavando la ropa en el río junto a las demás lavanderas, en ese agua dulce y generosa, colmada de esencias de alisos, ojaranzos y helechos, en ese río que culebrea alegre hasta la Bahía, ignorante del destino que le espera en menos de 100 años.

Pasando el puente de Pajarete. Foto subida por Ignacio Perez de Vargas Luque.
Lavanderas en el Río de la Miel, 1897. Foto subida por Pcclinic.
Tren por el puente Pajarete, 1942. Foto subida por Concha Cantos.

    Perdonen la indecisión, pero estamos de vuelta en Algeciras otra vez. Llegando a Gaucín  nos hemos enterado por un sargento de infantería que 1898 será un buen año para buscar trabajo en Cuba o Filipinas, pero aún no lo tenemos claro. A mí mujer no le da muy buena espina esta historia.

      En fin, que esperamos sentados en la cera de la Marina a que aparezca en el almanaque 1910. Este año se ha abierto una línea de autobuses entre Algeciras y Cádiz, y la recorre la compañía Ibison, de Alejandro Ibison. ¡Ah, autobuses, el transporte de mi juventud como estudiante! La de horas que ha invertido uno en tantos viaje a la capital. Nuestro magnate inglés de las cuatro ruedas se casaría con una mujer cuyo apellido les sonará a muchos: Doña Asunción Comes Merino. Una vez fallecido su marido se haría cargo de la empresa, pero con un nuevo nombre: Transportes Generales Comes.

      Los coches ómnibus del señor Ibison son algo distintos, claro, aunque asómbrense, llevan instalados caloríferos por circulación de agua caliente y alumbrado de gas acetileno. Están divididos en dos departamentos; en el de primera clase caben seis personas y en el de segunda, ocho. ¡Papá, en el de primera! En el de primera, total, no sé lo que nos van a cobrar.

Primer coche de línea a Cádiz. Foto subida por por J. L. Silva Silva/J.Tapia.
Parada de autobuses en el Muelle. Foto subida por Concha Cantos Alberto.
Coche omnibus, 1910. Foto subida por Agustín Del Valle Pantojo.

      ¿Saben qué les digo? que no, que no nos vamos, ni Cádiz, ni Ronda, ni Sevilla ni Madrid. Nos quedamos aquí a verlas venir. Además, a dónde voy a ir yo sin mis caminatas por nuestra selva. Nada, nada, nos subimos ahora mismo a este autobús de la CTM, que lo mismo lo conduce mi abuelo Diego.

     La Cooperativa de Transportes de Marruecos (CTM) se fundó en melilla el 14 de abril de 1936. Tras la independencia de Marruecos en 1955 se les complicó el asunto y se trasladaron a la península. Y hasta el día de hoy.

Autobús de la CTM, 1950. Foto subida por Agustín del Valle Pantojo.

En este de abajo no nos montamos. Y espero que no lo llevara mi abuelo.

CTM, foto subida por Agustín del valle Pantojo

         ¿Qué niño no se ha subido alguna vez al asiento elevado de los cobradores? ¿Quién no recuerda la enorme palanca del cambio de marchas, y el inmenso volante? ¿Quién no ha estado a punto de caerse cuando… Papáááááá, déjate ya de preguntarte y de soñar con los transportes de antaño, que ahí está nuestra parada.

Autobús de la CTM ¿años 80? Subida por Juani Tapia.

     Está bien, ya lo dejo, bajémonos ya. Adiós, abuelos y abuelas, nos bajamos por fin en esta parada de 2012. No sé si será mejor o peor año de los años que os tocó vivir y viajar a vosotros, pero os prometo que aunque sea a pie o andando, haremos lo posible por salir de esta crisis.

      He dejado para el final este fascinante medio de transportes: un zeppelín. No se lo contéis a nadie, pero entre tanto ir y venir, le compré un billete a un alemán, a un almirante apellidado Canaris. Me ha ofrecido acompañarle en un vuelo sobre Gibraltar. No sé qué se la habrá perdido en Gibraltar, pero yo me apunto sin pensármelo.

Un zeppelin en la Bahía,en 1928.El faro Punta Europa(Gibraltar). Foto subida por PcClinic Algeciras.

       Gracias a la web de Historia de Algeciras en imágenes, de dónde he conseguido estas increíbles imágenes, y los paisanos que las han subido. Aconsejo a todo aquel que no conozca esta página a que se compre un billete para viajar con ella por la historia de su ciudad. No se querrá bajar del PC.

PARA SABER MÁS:

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Aljaranda y Almoraima, dos revistas ALucinantes


      Algunos, cuando llega el verano, solemos cambiar de piel como las serpientes. Yo en particular empiezo por los pies, y cambio las botas de montaña por las chanclas; luego los pantalones de senderismo por las bermudas; el polar por la camisa de tirantes… En fin, que quito del objetivo el filtro verde de los montes y pongo el filtro azul del mar, porque aunque es cierto que aún es factible realizar alguna que otra ruta costera si se evitan las horas más calurosas, aquí el que escribe prefiere cerrar el chiringuito de las caminatas en estos meses veraniegos. Ahora tocan los paseos playeros a la fresquita y en familia. Y leer, sobre todo leer.

    Una vez introducido el ambiente, imagínense que los portátiles, los Ipad, los libros electrónicos y demás chismes digitales son como una especie de mochila, macuto o bolso, también digitales claro, que uno se lleva a la playa, o a donde discurran sus vacaciones, junto a la nevera y la sombrilla. ¿Ya lo han imaginado? Pues ahora no se olviden de meter dentro estas dos revistas: ALJARANDA Y ALMORAIMA.

    Ya sea a través de internet o en archivos PDF previamente descargados, gracias a estas dos estupendas y longevas revistas  podrán tener acceso a cientos y cientos de artículos de historia, costumbres, ecología y otros tantos temas de nuestra comarca. Ambas publicaciones existen o han existido en formato impreso, pero para los que como yo prefieran leer sobre el papel, comunicarles sólo que hoy día no son fáciles de conseguir estos ejemplares impresos, e insisto, por medio de sus respectivas webs tendremos a nuestro alcance todos sus números, desde el primero al último.

Página web de la revista Aljaranda

    El primer número de Aljaranda. Revista de estudios tarifeños, es de 1991. Con la publicación del 82 este pasado junio se cumplen ¡más de 20 años! en los que se ha ido desgranando el pasado y las tradiciones de Tarifa, su campiña, y en general de todo el entorno del Estrecho de Gibraltar. Los autores que han fabricado este genial mosaico se cuentan entre los investigadores e historiadores locales más cualificados, además de aficionados a la cultura tarifeña, puesto que la publicación está abierta a  todo aquel que quiera colaborar y que, eso sí, cumpla con la normas de su libro de estilo.

     Sin embargo, y como sospecharán, también han surgido contratiempos en tan larga travesía, sobre todo en los dos últimos años. Por muy acostumbrada y preparada que esté Tarifa para sortear los fuertes vientos, no ha podido evitar verse zarandeada por los temporales de la crisis económica, que aún no me queda claro si en nuestra tierra son de levante o de poniente.

   Estos temporales, dicen que económicos, han provocado que los últimos números de la publicación hayan salido a faenar con retraso, y que dimitiera en 2011 su patrón mayor, es decir su director. Si rebuscamos en ese inabarcable cuaderno de bitácora que es internet encontraremos notas, apuntes y noticias que nos cuentan que la actual corporación municipal, capitaneada por Juan Andrés Gil, mundialmente ya conocido por querer construir un «alter ego» de Tarifa en Valdevaqueros, puso en peligro la continuación de nuestra revista. Aunque también es cierto que si seguimos recogiendo esa gran red nos encontraremos con noticias que apuestan por lo contrario y que apuntan en la buena dirección.

    Un ejemplo de ello lo tenemos en esta captura: Iván García, nuevo director de la revista Aljaranda. Ya tenemos patrón. Y sobre todo en el hecho que pese a los retrasos, los números 81 y 82 han podido salir del puerto y navegar hacia nosostros sus lectores.

Monográfico sobre el desembarco y posterior conquista en el 711

              Como muestra de la calidad y apuesta por el futuro de esta revista, quisiera aconsejar la lectura del nº 81, un monográfico dedicado al XIII centenario del desembarco árabo-bereber del 711. Aquí os pongo esta boya, quiero decir este enlace directo a dicho número: Monográfico sobre el desembarco y posterior conquista árabo-béreber en el 711.

Carlos Ruiz, investigador.

   Y en este video, el investigador Carlos Ruiz, nos resume perfectamente de qué va este monográfico acerca de tan trascendental desembarco.

Página web de la revista Almoraima

    Vayamos ahora con Almoraima, revista de estudios campogibraltareños. Esta otra publicación decana de nuestra historia y nuestras tradiciones también vio la luz en el año 1991, y cuenta a día de hoy con 40 números en su haber. Es el principal vocero del Instituto de Estudios Campogibraltareños, dependiente de la Mancomunidad de municipios del Campo de Gibraltar, y a diferencia de Aljaranda, aborda temáticas relacionadas con los siete municipios de nuestra demarcación.

    ¿Qué decir de mi admirada y querida revista Almoraima? Salvo que quien quiera aprender, descubrir o documentarse sobre cualquier asunto de la historia, costumbres, ecología y literatura del Campo de Gibraltar recalará más tarde o temprano en alguno de sus artículos? Muchos de vosotros conoceréis sin duda esta publicación, y creo que estaremos de acuerdo en que nos encontramos ante un referente de nuestra cultura, ante un faro que a veces sorprende por la calidad y certeza de sus señales.

    Por todo lo dicho, me duele opinar lo siguiente: Pese a que nuestra Bahía de Algeciras, ciudad en la que atraca nuestra revista Almoraima, se encuentra gracias a su ubicación geográfica más protegida de los fuertes vientos, ésta se ha visto más afectada por los mismos temporales de crisis económica y desidia política que asolan nuestras latitudes. Creo que a pesar de poseer un enorme, enorme y enorme puerto, nuestros vecinos y hermanos tarifeños, con su más pequeño y expuesto puerto, están logrando al final mejores capturas culturales que nosotros.

    Para no terminar embarrancado o arrastrado por las corrientes, omitiré nombres y siglas de partidos que con los datos de que dispongo considero culpables de esta triste parada de las artes de «pesca» de la revista Almoraima. Mucha promesa, mucho golpe en el pecho, mucho excusarse en la falta de dinero, pero a día de hoy estamos a la espera de que se publiquen, y si no me equivoco, tres números de Almoraima, correspondientes a las Jornadas XI de Historia, III de prehistoria, y IX de flora, fauna y ecología del Campo de Gibraltar.

    Estas últimas Jornadas, la IX sobre ecología puede ser consultada vía online en la página web del instituto, a la espera se supone de que sean distribuidas en el formato que ultimamente se utiliza para lanzar Almoraima a los cuatro vientos: en CD. Pero ¿qué ocurre con las otras jornadas de historia y arqueología, que ni siquiera han sido subidas a la web, o con sus correpondientes CDs? ¿Estamos esperando que se conviertan en «historia»?

Puerta del Fonsario, Algeciras. De Rafael Sabio, autor del artículo «Algunas apreciaciones en torno a los accesos de la muralla medieval de Algeciras». Almoraima, nº 39

En fin, ya termino, ya amarro en puerto esta disertación que más que crítica quiere ser aviso a navegantes para que entre todos sigamos remando en la buena dirección, y sobre todo alabanza a dos revistas que a título personal me han hecho aprender un montón, que obviamente he utilizado para documentar algunas de las entradas del blog, y que son fuente inagotable de futuras dCaminatas.

    Ahí os dejo el «mandao» y la recomendación veraniega: no te olvides de echar en tu mochila digital estas dos revistas. De este modo no sólo estaremos dando el toque a las administraciones locales para que sigan manteniendo en alto estas banderas, sino que también pondremos de nuestra parte manteniendo y acrecentando esta demanda cultural, para que esa oferta siga a flote. Hagámosle saber a capitanía, a nuestras «autoridades», que no nos vamos a conformar mientras estemos en Valdevaqueros o Getares, por poner un ejemplo, con leer las típicas revistas de anuncios de compra-venta de inmuebles, o la prensa deportiva, o cualquier otro tipo de lectura; sino que hagámosle saber que también nos interesan nuestra historia, nuestras tradiciones, lo que fuimos, lo que en definitiva somos.

Enlaces directos:

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Guadalquitón, una perla codiciada.


     Por Guadalquitón se conoce a la franja costera de poco menos de 5 kilómetro que media entre Sotogrande y la Alcaidesa, en el término municipal de San Roque. En términos ecológicos Guadalquitón es otra joya de la corona de nuestra variadísima provincia de Cádiz. En el plano histórico y arqueológico también nos depara sorpresas, con una factoría de salazones coetánea de Baelo Claudia (s. II d.c. aprox.)

    Guadalquitón es un lugar excepcional y único por contener el último alcornocal marítimo de la costa mediterránea española. También acebuches, pero sobre todo alcornoques, prácticamente a pie de playa, como sin duda ocurriera en tiempos antiguos en buena parte del litoral. La franja de dunas que sigue a este bosque primigenio también participa de esas características excepcionales, con una flora diversa y sobre todo auténtica, con especies endémicas, rarísimas, y por ende escasas y amenazadas.

     Hasta aquí las buenas noticias, ahora las malas, bueno, no tan malas, dejémoslo en regulín regulán, por consolarnos más bien.  En el 2003, cuando a todos nos salían los billetes por las orejas, a algunos además por las narices, e invertíamos en bolsa ¡manda cojones!, se planeó construir 2.800 viviendas en tan bello paraje. Para aquel que no conozca Sotogrande, y en menor medida la Alcaidesa, informarle que son urbanizaciones de superlujo, que cada vez que he ido por ahí me he dicho esta vez me paran y me multan por pobre. En fin, un buen lugar para observar e identificar esa rara avis del millonario. Pero ¿2.800 viviendas más? ¿Tanto rico hay en el mundo? ¿Qué pasa que no tienen otro sitio dónde ir a enseñar sus VERGUENZAS?…

    Menos mal que, gracias a los vecinos de San Roque y asociaciones ecologistas, se paralizó ese crimen urbanístico, y la cosa, con suerte, se va a quedar sólo en puñetazo e insulto urbanístico. Por de pronto van a extraer corcho; al parecer hace 18 años que no se hace. Y luego, digo yo que porque la vida de rico debe ser muy aburrida, tienen proyectado montar un juego de esos de pegarse tiritos, pinball o algo así, paseos a caballo, y sospecho que alguna especie de hotelillo rural. Eso al parecer es lo que permite la situación legal en la que se encuentran las fincas de Guadalquitón. ¿Para qué lo vamos a dejar cómo está, o a revalorizar como bosque privilegiado o zona anexa al parque del estrecho, qué sé yo?

Total, ya acabo, Los que veáis el álbum de fotos preguntaréis, con razón ¿Juanmita, dónde están esos alcornoques tan bonitos? Playa sí, pero chaparros no veo ni uno. Lo sé, pero que conste que yo lo intenté, que intenté acceder a él, pero Florentino Pérez, el dueño al parecer de la finca, sí, ese presidente de ese equipillo, el Florentino constructor, no nos dejó entrar. El no, claro, un guarda de la finca. No habíamos andado ni veinte metros ni echado un par de fotos, cuando apareció un todoterreno. El guarda fue ciertamente muy amable y comprensivo, pero vamos, es su trabajo, y sin pega alguna volvimos a pasar la alambrada y regresar al mundo de los pobres y de los senderistas apesadumbrados.

Pero volveré, Florentino, juro que volveré para ver esos alcornoques y a meterte un gol, porque además de senderista obstinado, SOY DEL BARSA.

     Si quieres ver el resto de fotografías del album pincha en el enlace siguiente, de mi página en Facebook:

GUADALQUITÓN, UNA PERLA CODICIADA

Reflexiones

Un video sobre la Senda de los Republicanos


   Así da gusto salir de dCaminata. Creo que todos los que este sábado 21 de abril recorrimos la Senda de los Republicanos supimos captar la esencia del paisaje y disfrutar de él, pero traducir luego esas sensaciones a imágenes tiene su dificultad y su mérito. Francisco Domínguez, el autor de este video y de un fantástico album de fotografías que se puede ver en el FB de dCaminata, lo logró ese día.
Luminosidad, amplitud, sosiego, esfuerzo… Si hasta grabó al final a un Braveheart de pacotilla gritando «al ataqueeeee y libertaaaaadd!
Podéis ver el video en el siguiente enlace: SENDA DE LOS REPUBLICANOS.

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El corazón de la piedra


  Hace un par de semanas, andando por la Laja de las Algas y la Silla del Papa, en Bolonia (Tarifa), Ana y yo realizamos un hallazgo trascendental, un hallazgo que obligará a los geólogos a replantearse los fundamentos de su ciencia, y que por contra revalorizará la de los poetas. Ante el dilema de publicar el descubrimiento en National Geographic o en Europa Sur, me he decidido al final a anunciarlo en mi blog dCaminata, lo que sin duda elevará el número de visitas y petará los servidores de WordPress (¡Chúpate esa Blogspot!).

Sí, señores geólogos y poetas, profesiones por otra parte muy similares, agarrénse a lo que tengan más a mano porque ahí va el descubrimiento… (redoble de tambores)… : Las piedras tienen sentimientos, las piedras también tienen corazón. ¿Que no? Juzguen ustedes mismos.

¿Pequeño? Vale ¿Escondido? Puede ser. Pero no me dirán que no tiene su mérito. Miles y miles de años latiendo piedra arenisca adentro, luchando  para salir al exterior. Y con la única ayuda del viento y la lluvia, que supongo harán la función del riego sanguíneo, para ir erosionando latido a latido esos minúsculos granos de cuarzo que no lo dejaban respirar. La evidencia no deja lugar a dudas: es un corazón con todas sus consecuencias. No le busquen más vueltas, y tampoco le busquen el rabito, señores de Apple, que están muy empalagosos; no es una manzana.

Lo único que lamento añadir es que se equivocaba Rubén Darío, el príncipe de las letras castellanas, ese gran geólogo de la poesía modernista, cuando escribió aquello de:

«Dichoso el árbol, que es apenas sensitivo,
y más la piedra dura porque esa ya no siente…»

Son los dos primeros versos del poema «Lo fatal», el cual transcribo entero a continuación:

Dichoso el árbol, que es apenas sensitivo,
y más la piedra dura porque esa ya no siente,
pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo,
ni mayor pesadumbre que la vida consciente.

Ser y no saber nada, y ser sin rumbo cierto,
y el temor de haber sido y un futuro terror…
Y el espanto seguro de estar mañana muerto,
y sufrir por la vida y por la sombra y por

lo que no conocemos y apenas sospechamos,
y la carne que tienta con sus frescos racimos,
y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos,

¡y no saber adónde vamos,
ni de dónde venimos!…

Ya, ya sé que es un poema duro y frío como la piedra, pero es que al pobre mío no le sonreía mucho la vida cuando lo escribió. Me atrevo a pensar que a Rubén Darío le hubiera gustado ver esta fotografía del corazón de la piedra, de este capricho de la erosión que parece mandarnos un mensaje, pues ¿cómo unos árboles, apenas sensitivos, «parecen» nacer de la piedra dura que ya no siente?

Reflexiones

Cancho de Benhará, un buen sitio para pararse y mirar


De sobras es conocida la afición de los jubilados por las obras. Es fácil verlos, preferentemente de mañana, sentados en un banco viendo como otros excavan una zanja o enlosan una acera; o de pie, detrás de una valla, observando como poco a poco, día a día, un edificio va adquiriendo forma. ¿Aburrimiento? ¿Añoranza? ¿La fuerza de la rutina que lucha con la centrífuga-social, con esa fuerza que te va empujando y marginando hacia afuera, hacia los límites de la inutilidad? Si todos somos animales de costumbre, imagínense a un jubilado, con una costumbre mínima de 65 ¿o son ya 67? años a sus espaldas.

El animal de costumbre que más se asemeja al jubilado creo que es el parado. También es fácil verlos cerca de las obras y los tajos, pero claro, queriendo entrar en ellos, queriendo formar parte de ese trajín. Cuando no logran vencer a esa fuerza centrífuga que les expulsa de los trabajos, es cuando más se parecen a los jubilados: acaban buscándose un banco, un sitio para sentarse y observar.

Desde el 13 de noviembre me han hecho pertenecer a este segundo colectivo, a la manada de los parados. Como aún es todo tan reciente, y como ya tengo algo de experiencia en estos trámites de verme centrifugado, estoy buscando bancos y lugares bonitos para sentarme y observar.

Por de pronto he encontrado un banco espectacular, aunque más bien es una especie de terraza natural: el Cancho de Benhará, en Los Barrios. Desde ese banco se puede admirar una obra bellísima, pues se alcanza a ver todo el arco de la Bahía de Algeciras, desde Punta Carnero hasta la sierra de Montecoche. Un sitio ideal para ver cómo avanza esta obra nuestra, dar de comer a ¿los buitres?, o hartarse de madroños y pillar una buena. Las siguientes caminatas las haré por esta zona: Garganta de benhará, de la sepultura, Carrera del Moro, el Mesto… ¿Un senderista… parado?

Por último, y para que vean que no soy rencoroso, quisiera invitar a Bernabé Ramirez, a la última pieza del engranaje que me ha puesto de patitas en la calle, a que se una a mi manada, a que se siente conmigo, paraditos los dos, en este majestuoso banco; eso sí a ser posible que no espere a jubilarse.

Más FOTOS en el MURO de dCaminata en FACEBOOK

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Insólito jardín


Hace ya unos añitos escribí este brevísimo relato, en el que casualmente aparece un senderista de excursión por algunos pueblos. En uno de ellos se encuentra con un jardín muy curioso.

JARDÍN INSÓLITO

Otra vez la mochila a la espalda, los pulgares en el correaje, la cabeza ligeramente inclinada hacia arriba, en mitad de una calle de un pueblo cualquiera, el quinto de la ruta, primo hermano del anterior visitado.

         Al salir de la cafetería, aquella mañana de primeros de julio, decidió no hacer caso del folleto que le dieron en la oficina de turismo. Vagaría a su antojo cual senderista disidente e iría a donde la intuición y la cartera le llevasen.

         Subió a la torre de un castillo, mojó los pies en la orilla de un río, escaló tortuosas e inverosímiles callejuelas, sudó siglos de cal reluciente, hasta que acabó por fin a las puertas de lo que parecía ser un fresco y acogedor jardín.

         Entró, dispuesto a camuflarse en las sombras. El jardín estaba casi vacío, apenas diez personas desperdigadas, unos sentados y otros de pie. Observó dos cosas: primero, que el jardín estaba cuidado en exceso, hasta el más mínimo detalle, como tratando de imitar la perfección y pulcritud de una tarjeta postal; y segundo, la actitud indolente de los visitantes, como muy abstraídos y concentrados. ¿Era fruto del calor o influjo del jardín?

         El sol de Andalucía, que reverdece la memoria y doma caballos de espuma, pensó, para un segundo después, sobresaltarse y preguntarse sobre la extraña procedencia de ese pensamiento. Nunca había imaginado o pensado nada parecido, y ¿por qué?

         El senderista siguió paseando, atrapado por una luz irreal, envuelto en perfumes indescifrables.

         En los entrecruzados ramajes de los árboles reconoció, como la cosa más normal del mundo, reminiscencias geométricas de antiguos tapices. Aquello no le podía estar pasando a él. Más tarde, absorto en los troncos de dichos árboles, admitió que éstos no eran sino columnas devastadas de un efímero y antiguo palacio. La inquietud, tras pasar por una breve y lógica etapa de miedo, acabó transformándose en curiosidad. Una sensación de bienestar le ensanchaba el pecho. Al pasar junto a una fuente descubrió que el agua no brotaba si caminaba cabizbajo. Experimentó el hallazgo hasta cansarse y luego se dirigió a un banco apartado.

         Una, dos, tres horas. El tiempo latía con un pulso diferente en aquel jardín, pero sintió que se avecinaba la hora de salir, pues de lo contrario acabaría  alterando la siesta de las estatuas.

         Salió, con el alma recién salida de una sauna, cansado y lúcido a la vez. ¿Qué tipo de jardín era aquél? ¿Saldría anunciado en el folleto? En un cartel a medias tapado por una enredadera el senderista halló la solución. En él se leía, en letras góticas: «JARDIN TEMATICO DE LA POESIA«.

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dCaminata en Onda Algeciras TV


dCaminata en Onda Algeciras TV

 A ver cómo comienzo esta entrada; a ver si acierto en encontrar el instrumento adecuado. Ya, ya lo tengo: los tambores del autobombo. No se me podrán quejar mucho, pues hace cosa de un mes que no los hago sonar en sus oídos, que no me aplicaba en tan personal y complicado instrumento. Pero hoy sí toca coger las baquetas y aporrear el teclado de mi portátil para contarles o tocarles esta historia. La última vez que sonaron estos bombos fue para promocinar el blog en Canal San Roque radio. Esta vez tengo la suerte de tocar otro palo, el de la tele, el de nuestra televisión local, y les aseguro de ya que es un escenario distinto, que impone mucho más. No es lo mismo hablar por la radio desde el móvil, sentado en la terraza del Arca de Noé tomando una cerveza que entrar en un estudio de televisión, con las cámaras apuntando o enfocando directamente a mi timidez o inexperiencia.

Menos mal que ahí estaba Juan Casal, el periodista que me entrevista. No le conocía de antes, pero puedo decir sinceramente que me ha caído muy bien. Antes de empezar ya me dijo que él le da a su programa, a su magazine, un toque coloquial, ameno y desenfadado. Y es verdad, me sentí muy cómodo los minutos que duró la entrevista. Desde mi blog le agradezco de nuevo la oportunidad que me da para promocionar  mis experiencias como senderista, y renuevo mi compromiso, si es posible, de salir otras veces para hablar en concreto de rutas o caminatas.

Para que vean que toco lo justito este instrumento del autobombo, que no es un escenario en el que en realidad me sienta muy cómodo, que el 17 de octubre apareció en el periódico Europa Sur una noticia o pequeña columna hablando de dCaminata y decidí no subirla al blog. Demasiado marketing, y tampoco es eso lo que busco. Prefiero quedarme corto que pasar por repelentón y pesado.

Pero hoy sí toca tocar esta batería de mi persona. Además, como que lo necesito; vayan sacando pañuelos o alzando el puño revolucionario, pues después de 6 años en la misma empresa, y si un milagro no lo impide (Vamos, que Durruti resucitara para luchar por mi caso) me veo en la calle, paso a engrosar ese triste e injusto ejército de parados que se acerca ya a los 5 millones. Así están las cosas, seguramente me quedo parado, está claro que en un estricto plano laboral, pues me van a faltan neuronas, campos y caminatas en los que desahogar mis miedos y sobre todo mi rabia.

Ahí queda eso, no voy a soltar las baquetas del autobombo para tomar y tocar las de la autocompasión. Sólo quisiera aprovechar, ya que estamos, para rogar a las autoridades y gobiernos pertinentes, que en el caso de que me quedara parado, consideraran la oportunidad de contratarme de Operario de mantenimiento de las rutas del Campo de Gibraltar. Vamos, no les iba a causar muchos problemas, sería un trabajador abnegado y servicial, hasta no me importaría echar horas extras. Ahí estaría yo con mi mochila, mi tijeras de podar, mi escobita, y también mi cámara y mi portatil para lo que ustedes gusten mandar.

¡Ay, Buenaventura Durruti, enséñame el camino de esta caminata….!

¿Lo ven? Mucha tontería, mucho autobombo y casi me olvido, de verdad, de poner el enlace para que puedan ver el video. De todos modos, y como en dicho enlace sólo se pueden ver los últimos magazines de JuanCasal, cuando tenga el archivo en mi poder lo subiré a un sitio fijo, Youtube supongo. El video en cuestión es la 2ª parte del 4 de noviembre. Por cierto, muy  buena fecha para mandar al carajo a los especuladores y rompevidas que nos han traído esta crisis.

ENLACE: dCaminata en Onda Algeciras TV

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Renovando el equipo fotográfico


Pasado y presente

Como habrán supuesto, el pasado es la cámara de la derecha, mi querida Kodak Easy Share CX7430, y el presente ese armatoste negro avasallador de al lado, que parece estar al acecho para engullirla con el objetivo: mi nueva camara Nikon D3000. Tras varias y enconadas cumbres matrimoniales, y después de hacerme el tonto con la crisis económica, decidí darme este capricho. Después de todo, no he tirado por lo alto, la Nikon D3000 es de gama media, por lo visto perfecta para los iniciados al mundo de las cámaras réflex.

Aunque estoy bastante ilusionado con mi nuevo juguete no dejaré de echar de menos a mi Kodak. Para los tiempos que corren, yo creo que la relación ha sido larga, unos 8 años… e intensa. Desde que la compré nos ha visto casarnos por el rito civil; se vino con nosotros a nuestro viaje de fin de novios a Túnez; ha visto nacer a nuestras dos hijas y las ha fotografiado en innumerables fiestas. En cuanto a caminatas, me ha acompañado a todas las que he subido al blog, y a muchas de las anteriores. Algunas veces me ha fallado, o yo he creído que me ha fallado, pero casi siempre ha capturado para mí las mejores imágenes. Se me cruza ahora la metáfora del cazador de mariposas, pues en ocasiones a eso se asemeja el hacer fotografías, a capturar hermosos y huidizos ejemplares, como hacía uno de mis escritores favoritos: Vladimir Nabokov. De todos modos sigue en manos familiares, pues la ha heredado Laura, que aunque sólo tenga casi 7 años tiene muy buena mano para la fotografía, pero ya saben, un niño… no sé cuántas mariposas más será capaz de cazar mi Kodak.

Mi pequeña Kodak

Ahora le toca el turno a este depredador que me tiene fascinado, y al que estoy empezando sólo a conocer. La Nikon no caza mariposas, que va, esta es un puma negro al que le va la caza mayor. Vayan pues maquillándose florecillas del campo, y poniéndose su mejor traje árboles del bosque. Además, y gracias a esa zarpa que es el objetivo 55-200, ya no se me escapan diversos pajarracos que hasta ahora sólo eran meras manchas el cielo, y subiré antes de tiempo a cimas o lajas  por obra y gracia de la óptica.

Una única pega dirigida a mis coleguitas dcaminantes. Con la cazamariposas Kodak sólía hacer de media unas 80 ó 90 fotografías en cada caminata; ahora con el puma Nikon puedo hacer hasta 520 fotografías con buena calidad… 🙂

La pedazo de Nikon
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dCaminata en la RADIO


Hay veces en las que uno no sabe si un amigo te está haciendo un favor o si por el contrario te está indicando que te adentres por una vereda sin salida. Ese amigo se llama Julio y la supuesta vereda sin salida conduce a un terreno desconocido para mí, el de las ondas de la radio.

Sí amigos, Julio,mi colega de toda la vida, acompañante fundamental en las caminatas  y además cuñado, sí es al contrario gran conocedor de esos territorios y caminos invisibles de las ondas hertzianas, aunque en la actualidad se dedique a la prensa escrita. Y se comprende que se dijo: vamos a desorientar un poco al enterao este, que dice saber tanto de caminos; embarcándome sin haberlo «consensuado» en esta curiosa y sorpresiva historia.

radio dial

Bromas a parte, decir ya que ayer viernes salí por la radio en Canal San Roque Radio (89.6 FM) sobre las 14:15 y hablé durante unos 10 minutos sobre la última caminata que hicimos: la Colada de la Reginosa. Aprovecho pues este humilde medio de comunicación que es mi blog para darles gracias sinceras tanto a Julio como a sus compañeros de la radio, por darme esta oportunidad habiendo gente con más experiencia y conocimientos que yo en estos asuntos. Que te brinden 10 minutos para mostrar tu pasión y promocionar nuestra naturaleza más cercana es todo un regalo.

¿Y cómo fue la cosa? Pues, tras el lógico apuro inicial, pues la verdad es que bien; me encontré más suelto de lo que me esperaba. Otra cosa es cómo se haya oído al otro lado. Espero haber dibujado un correcto esbozo de lo que supone la ruta y los hitos que nos podemos encontrar: restos de acueductos y columnas de Baelo Claudia, bunkers, canteras romanas, bellos paisajes, etc.

Si tengo ocasión subiré el archivo de audio al blog ¡anda que no quedaría vacilón! …. pero… eso sí, que conste que me da corte que me escuchen; una cosa es que me guste escribir y también conversar, y otra bien distinta es exponerme a que me oigan. Ya sé que es una contradicción, pero… y que no falten. También me han comentado que me llamarán otras veces. Si eso ocurre avisaré a través de la sección «la agenda del cencerro» del día y la hora en que vaya a perderme por otro de esos caminos hertzianos.

No quisiera terminar sin mostrar mi aprecio al mundo de la radio. Canal San Roque radio, que está encuadrada dentro de Multimedia San Roque, es una empresa municipal, por lo visto de las pocas que van quedando en este ámbito, y que al igual que RNE y demás radios públicas, nos pertenecen a todos, por eso hay que apoyarlas, más si cabe en estos tiempos de recortes, y con la que está cayendo con la crisis. Quien me conoce sabe que soy un gran «escuchador» de radio de toda la vida, fan por ejemplo del programa «La Rosa de los vientos» y acérrimo de RNE. Por eso, y porque todos los caminos conducen a la TV, perdámonos por el monte, hagamos caso a Julio, y apostemos por la RADIO.

¡VIVA LA …

Reflexiones

Lo siento, pero yo también tengo una página en FACEBOOK


Mi foto de perfil en Facebook

   Como tengo tanto tiempo libre; lo divido entre las caminatas y escribir sobre ellas, y como soy un hacha en estos vericuetos de internet (Toma ironía)… no se me ha ocurrido otra cosa que crear una página en Facebook sobre las caminatas.

    En realidad esta página será como un bastón de senderismo (y de promoción, aunque me cueste decirlo) sobre este blog. También espero que sea un zoco, una plaza, un ágora de intercambio de opiniones y pareceres entre gentes que gustamos del senderismo y las caminatas. Por eso os invito, si os place, a que le deis al botoncito de «me gusta», para seguir la página.

Este es el enlace: dCaminata en Facebook.

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Gracias, amigos dcaminantes


El otro dia, revisando el blog, caí en la cuenta de que la sección «quién soy» anda un poco coja. Al ser este un blog personal es lógico que en esa sección figure una semblanza mía, pero no sé, me pareció quizá un tanto presuntuosa esa alusión-presentación unicamente de mi persona, ese «quién soy».  En esta entrada quisiera dejar claro que aunque yo en teoría sea el autor del blog, este no sería lo mismo sin los amigos con los que salgo a caminar. Por otra parte, ellos ya saben que esto es así.

También saben que soy muy aficionado a las caminatas en solitario, y que me pone perderme unas cuantas horas solo por lugares apartados. También les agradezco que me recuerden que eso es una gilipollez, aunque tome las precauciones pertinentes. Para confirmar que están en lo cierto suelo gastar la broma de que ya me encontrarían cuando vieran volar en círculos una bandada de buitres. Concretando, son muchas las veces que salgo solo al campo, y me lo paso bien, pero es verdad que ni comparación como cuando voy con alguien, con algun amigo. En realidad el círculo de dcaminantes habituales es muy reducido, somos como el que dice cuatro gatos, pero eso sí, gatos montunos que no gustan de manadas.

Para agradecerles su amistad, su paciencia y compañía subo a continuación algunas fotografías.

Este es mi hermano pequeño, Francisco Javier, el «chico». Albañil, excelente caminante y gran aficionado a la Historia. Por suerte o por desgracia, conozco su duro oficio, por lo que le agradezco doblemente la compañía cuando salimos juntos a caminar.

Mi hermano Francisco Javier, "Chico", en Bacinete
Francisco Javier recorriendo "La Trocha"

Este es Julio, amigacho de toda la vida y además cuñado, también periodista y una persona con la que puedes hablar de casi todo pues de casi todo sabe. Lo que son las cosas, tantas caminatas y no tengo una foto suya en solitario mirando de frente; en todas sale andando de espaldas o de lado. Un abrazo fuerte desde aquí July, en estos momentos difíciles.

Julio, en la Silla del papa
Julio en la Sierra de la Plata

Este es Eduardo, aunque yo siempre lo he conocido por Eddy. Psicólogo, windsurfista, gran dcaminante, y muchas cosas más que no sé cómo le caben en su tiempo libre. No he puesto fotos suyas con su camisa naranja fosforito para no deslumbrar a los lectores.

Eddy, en la cabecera de la Garganta del Capitán
Eddy, cuando circunvalamos el Algarrobo

Las de abajo son Lola y Ana. No quisiera ser repetitivo, pues aunque con ellas he salido menos de ruta también puedo afirmar que son excelentes caminantes. Ana es Técnica en turismo, traductora, masajista y yo no sé cuántas cosas más. Lola también es psicóloga, como Eddy… por cierto, ahora que caigo, que tonto no aprovechar las caminatas con dos psicólogos para ajustar algún que otro desorden mental ¿no?

Lola en la Cueva de los Maquis, en Castellar de la Frontera.
Ana, en la ruta de la Cueva de los Maquis
Ana, Lola y yo homenajeando a los Maquis

Y mi pequeña gran familia. Toñi, mi mujer, qué voy a contar que no quede mal, a ver… gracias chata por acompañarme en muchas caminatas y sobre todo por tolerar mis ausencias dominicales. Y cómo no, gracias por darme a esas dos pequeñas senderistas que son mi pasión. Laura, la mayor, es toda una atleta y aún no ha cumplido los siete. Cuando tenía yo creo que casi cinco se hizo ella solita la ruta del Río Guadalmesí, si no recuerdo mal, unos 6 km. También se ha hecho la del Tiradero. Y la pequeña, Eva, ay mi Eva, también ha hecho sus pinillos; por ejemplo subir al Monte de la Torre, en mis brazos, pero llegó. Como ella dice, para algo soy su «Papa caballo».

Mi familia: Toñi, Laura y Eva en el Monte de la Torre
Laura, la mayor, y Eva.

 Por último quiero acordarme de Simón, el colega que en realidad me inoculó el veneno de andar por el campo. No estoy ahora mismo para contar años, pero deben ser ya muchos cuando nos pegábamos unas caminatas inolvidables. De los que yo conozco, Simón es con creces de los que mejor se conoce el P.N. de los Alcornocales y sus alrededores. No subo fotos suyas porque además de no tener permiso expreso, no tengo fotografías suyas en formato digital; tendría que escanearlas. De todos modos, intuyo que no es muy partidario de estos blogs senderistas, y quizás mejor así, pues si se pusiera a poner por escrito y en imágenes sus experiencias en el monte tendrían que dejarle cuarto y mitad de Internet para él solo.  Por circunstancias de la vida no tenemos contacto desde hace tiempo. Cuando ocasionalmente nos encontramos siempre nos prometemos quedar un fin de semana para hacer una caminata, pero al final nada. Por eso aprovecho esta otra vía, por si acaso Simón lee esto para decirle: Cojones, a ver si quedamos un sábado o un domingo.

Eso es todo. Ellos y yo hacemos este blog, que espero que continúe por mucho tiempo, pues eso será señal de que seguimos «en el camino». Por último aprovecho para comentarles a mis compañeros dcaminantes que ha salido recientemente una normativa de senderismo a nivel comunitario, y con efectos retroactivos, que dice que se ha de invitar a cervezas al, digamos, guía de la ruta o caminata cuando se finalize una de éstas. Ah, y a tapas, se me olvidaba.

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El Sendero del Grito


Hoy 21 de junio a las 19:16 comienza el verano. Poca gente se percatará de tan puntual y festivo suceso, sobre todo porque ya llevamos un par de semanas sufriendo y gozando temperaturas estivales. A pesar de esto, y aunque no seamos conscientes, a la mayoría de nosotros el verano de 2011 nos pillará ejecutando y celebrando actos veraniegos. Unos, a esa hora, estarán abriendo unas cervezas y poniéndose guapos y guapas para ir a la feria, o comiendo sandia, sin discusión la fruta más veraniega; otros estarán sudando la gota gorda leyendo el libro de instrucciones del aparato acondicionado que han comprado, o si es más natural y paciente tomando el fresquito en la puerta de la calle, a la vieja usanza. Unos, a esa hora, estarán debatiendo sobre a dónde ir de vacaciones; otros harán cuentas y esperarán la paga extra, quien tenga la suerte de esperarla, como una especie de advenimiento. En resumen, unos estarán en mejor situación de afrontar el verano, otros peor, pero todos, todos, aquí no se libra nadie, seremos igual de originales a la hora de decir, y además como el que acaba de hacer un descubrimiento trascendental: Ojú que caló hace hoy…

Estas son algunas de las formas que tiene el verano de presentarse. Otra, la que más atañe quizá a la materia que trata este blog es cuando el verano va y te dice: tú, urbanita asilvestrado de fin de semana, ve olvidándote ya por un tiempo de las caminatas por el campo, que ahora me toca a mí reinar en el calendario y en el monte. De nada me sirven las bravuconadas y las amenazas de que aún se puede andar por las gargantas y canutos, que en ellos todavía no hace  tanta calor. Para qué vamos a engañarnos, senderismo y verano por estas  latitudes no son muy compatibles, ni aconsejables.

En estas elucubraciones andaba yo metido este pasado domingo, cuando a eso de las seis de la tarde, y habiendo pasado todo el día en la playa, me vino a la mente el Sendero del Grito. ¿Cómo llegué a conocer este sendero, esta ruta? Pues de la forma más normal, leyendo aquí, pinchando allá, hablando con colegas. Además, algo me decía que ese domingo dicha ruta iba a estar transitada, lo malo es que no me quedó claro dónde empezaba, de cuántos kilómetros constaba, el nivel de dificultad, etc. Pero no me amilané, salí a la calle y cogí el coche, resistiéndome a las imposiciones de la estación estival, dispuesto a hacer tal vez la última caminata seria de la temporada.

Tras veinte minutos aproximados de conducción llegué al único punto seguro que tenía de referencia: una montaña. Quién me orientó me dijo que no tenía pérdida, que era una montaña aislada de sus hermanas tierra adentro, y que daba la sensación de como pertenecer a otro país. Digo yo que será esta montaña. Le tomé dos fotografías, por si acaso a alguien le suena de algo:

La montaña, aunque yo creo que más bien es un Peñón, es bien bonita. La nube sobre su cima me tuvo unos minutos absorto, incluso hasta me llegué a identificar con esa visión. Otra nube de desorientación y acarajotamiento coronaba mi cabeza. ¿Dónde empezaría esa ruta, ese sendero?

A falta de mapas o croquis hice uso de mi herramienta favorita de senderista: preguntar a todo el que se cruce en mi camino. Pregunté a un viejecillo que vi sentando en un banco. ¿El sendero de qué? me preguntó a su vez. El del Grito, abuelo, le aclaré alzando la voz. ¿Cómo, qué dices de pito, niño? me contestó casi gritando. Ahí lo dejé. No hubo suerte. Luego pregunté a una pareja, que sí me orientaron algo; en aquella dirección, me dijeron señalando vagamente con la mano, hemos escuchado antes jaleo. Vale, «aquella dirección» era una maraña de calles y callejuelas. Empezaba a dudar sobre la existencia de tal sendero cuando en efecto se oyó jaleo no muy lejos. Al revolver una esquina el jaleo era ya casi un escándalo. Ahí estaban los senderistas que yo andaba buscando. Por ahí debía discurrir el sendero del grito. Me uní a ellos.

Bien, una vez que se me haya perdonado mis aficiones cuentistas, estoy en condiciones de informar que este domingo en realidad lo que he practicado ha sido senderismo urbano y reivindicativo. El nombre del sendero, aunque inventado y satirizado, es cierto que existe o ha existido este domingo 19 de junio en todas las ciudades y pueblos que han convocado marchas y concentraciones de protestas. A mí me gusta ese nombre, el del grito; en otras ciudades puede que le hayan llamado el sendero de la protesta, de la indignación o de la esperanza. Cada cual le puede llamar como se le antoje.

Dicho esto, y como ya hice la ruta, puedo resumirla con las siguientes características:

  • Fecha: 19 de junio de 2011
  • Localización: La Línea de la Concepción
  • Comienzo: En una de las rotondas de la Avda. España que no fui capaz de encontrar por culpa de la nube esa del Peñón.
  • Distancia: Nada, apenas un kilómetro. Aconsejable para niños, jóvenes, maduros y ancianos.
  • Duración: Lo que el cuerpo y la garganta aguanten, aunque tampoco hay que pasarse.
  • Trazado: Circular y lineal. También disperso, pues en los alrededores hay muchos bares y terrazas.
  • Finaliza: En la Plaza de la Inmaculada Concepción. O en una Democracia Real Ya, por favor.
  • Dificultad: Baja, media o alta, según lo que uno quiera comprometerse.
  • Desniveles: No conozco una ciudad más plana y baja que la Línea de la Concepción.
  • Permiso: Uff, me imagino que unos cuantos.

Una vez que llegamos a la Plaza de la Inmaculada Concepción senderistas indignados de la Línea, San Roque y Algeciras leyeron cada uno un comunicado de porqué estábamos ahí y qué caminos a tomar propone el movimiento del 15M. También hubo música, un cantante canario  nos regaló una canción muy vacilona titulada Be water my friend.

En fin, una caminata y posterior sentada muy divertida que no estaría de más que se repitiera de vez en cuando. Una pequeña y humilde caminata como ésta puede que no haga mucho camino, pero miles y miles de caminatas a la vez seguro que sí, y tal vez nos conduzcan a un mundo más libre, justo y sobre todo igualitario. Chistera chistera, el cuento y el grito están fuera.

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De caminata y fuga


En un principio este fue el título que quise para mi blog: De caminata y fuga, pues eso básicamente es lo que hago cuando sábados o domingos salgo al campo: caminar y fugarme.

Caminar, sí,  pues aunque este mundo digitalizado y motorizado se empeñe en lo contrario, andar es la forma más humana de desplazarse de un sitio a otro. Caminar nos hace fuertes, pero sin esa urgencia absurda de los gimnasios, y nos proporciona el ritmo necesario para admirar lo que nos rodea.Y fugarme, por supuesto, pero ¿de qué?: de los días que van del lunes al viernes, salvo vacaciones; de esas trampas y fantasmas al acecho que pueblan las salidas nocturnas; de esa sombra alargada de la nicotina que cada día aplasto nunca mejor dicho como a una colilla; de los telediarios, de los móviles, de los ordenadores, y hasta de mí mismo en un momento dado me fugo.

Menos mal que luego me reencuentro en donde me llevan mis pasos y mis fugas. A sólo un par de kilómetros de Algeciras comienza la aventura, el deporte y las ensoñaciones. Vivimos en un sitio privilegiado. La naturaleza y la Historia nunca se han llevado tan bien como aquí abajo en nuestra provincia de Cádiz. El Parque de los Alcornocales y sus alrededores debería ser asignatura obligada para todo aquel que quiere disfrutar y aprender de la vida.

Con este blog persigo sobre todo poner por escrito y en imágenes mi visión de los caminos, esos caminos que generaciones y generaciones de hombres, mujeres y bestias nos legaron sin ser quizás conscientes de ello. Ahora el testigo está en nuestras manos, y estamos obligados a ser conscientes de ello.